Todas las mujeres tienen fantasías sexuales, pero una de las más comunes (aunque muchas no lo admitan) es soñar con la que un extraño nos tome y sin pedir permiso no haga suyas de la manera que quiera y utilice palabras soeces y groserías que llegan a prendernos y excitarnos. Escuchar una voz en nuestros oídos que sólo se dedica a ordenar para llevar a cabo cosas prohibidas dejando a un lado, sólo por un rato, nuestra ética.

LEER TAMBIÉN: Fantasías sexuales… ¿Cuál es el límite?

Para muchas, uno de los afrodisiacos más poderosos es la voz de su pareja, pero como saben, en el terreno sexual nada está escrito, unas gozan oír palabras dulces y suaves, pero otras, las prende y aman escuchar de su hombre, esas palabras altisonantes y hasta obscenidades ya que éstas hacen que suba la temperatura y su ritmo cardiaco. Lo que es un hecho, es que a todas, les gusta que sus parejas emitan palabras, sonidos o “algo” que las haga sentir que no están con un muerto, necesitan saber que también están disfrutando el momento.

 

Seguramente muchas no estarán de acuerdo con lo que están leyendo sus bellos ojos, pero aclaro que, me declaro a favor de que nuestros hombres utilicen esas palabras bonitas y hermosas a la hora de acariciarnos, besarnos y llevarnos a la cama, pero también, si vemos el otro lado de la moneda, existen algunas “perversas” que las enloquece que les digan: “que rica estás” “eres una golfa” “que rico te mueves”, etc y esto no tiene nada que ver con el hecho de humillarse ni con sobajarse. Entendamos que cada quien se expresa sexualmente como desea y si como pareja tienes comunicación y están de acuerdo en experimentar cosas nuevas, ¡hazlo!

Escuchar palabras obscenas a la hora de “rechinar el catre” no tiene nada de malo, no por esto, eres masoquista, simplemente es un elemento que a muchas las hace sentirse excitadas, deseadas y satisfechas, porque no es algo que vivan a diario y las puede transportar, en esos momentos, a algo que está fuera de sus límites.

Una vez más y les insisto, que estoy a súper favor de hacer el amor, de que nos digan al oído nuestras parejas que nos aman, que nos eleven a otra galaxia con caricias y frases hermosas que queden guardadas en nuestra memoria. Pero también se vale, alguna vez, y no tiene nada de malo, dar y recibir, digamos un “maltrato verbal”.

Para algunas parejas traviesas, es muy grato y excitante jugar a que son unos “desconocidos” que se van a un hotel o la casa de cualquiera de los dos y dan rienda suelta a todas sus fantasías, pero ¡ojo!, en el aspecto sexual todo se vale mientras ambos estén de acuerdo y no te pongas en riesgo.

Te guste o no el lenguaje sucio en la cama, lo que si les recomiendo, es que no se queden callados, sean hombres o mujeres, ya que sus palabras retumbarán en la habitación y pueden ocasionar verdaderos momentos de placer. ¡Inténtalo!

¡Mucha suerte chicas!

Angie García 

Twitter: @angiegama

Angie Garcia Maldonado

 


Síguenos en redes sociales como @KENArevista: