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Durante años, la vestimenta médica se mantuvo bajo una misma línea, desde el típico uniforme con corte convencional hasta colores básicos. Es complicado no tener tantas opciones al vestir, ya que como especialista en la salud siempre se busca mantener un perfil profesional, teniendo normalmente que sacrificar el estilo y la comodidad.
La irrupción del coronavirus en el mundo llegó para transformar hábitos de consumo. La manera de trabajar, alimentarnos y comprar es otra. Ahora, las personas están más interesadas en comprar ropa cómoda, hecha de materiales naturales, que sean suave al tacto y que ofrezcan una experiencia de confort.