Sus manifestaciones de realismo la caracterizaron como una chica cínica y sin tabúes, aunque soñadora, curiosa e idealista, creyente de la justicia y la igualdad.
Julián Ríos, es un chico de 17 años, que luego de su experiencia con su madre, se dedicó a estudiar todo sobre el cáncer de mama y creó, por medio de inteligencia artificial y sensores, un brasier como solución.