La asertividad puede mejorar nuestras relaciones personales y sociales; de esta manera podremos ser protagonistas de una vida con calidad y libre.

la asertividad no es un rasgo de personalidad con el que nacemos. Se trata de una habilidad de comunicación y como cualquier otra habilidad puede aprenderse.

Somos asertivas cuando expresamos lo que somos, lo que pensamos sentimos y creemos. Todo de una manera directa, honesta y apropiada. Todos tenemos derecho a ser tratados con respeto. Y confieso que al menos a mí me falto comprender profundamente este elemento en mi clase de asertividad.

«Cuando estoy siendo asertiva me expreso abiertamente, pero lo hago no solo considerándome a mi misma sino también al otro. Me trato con respeto pero también trato al otro con el mismo respeto. Se trata de una interacción entre iguales. No te humillo ni tampoco trato de dominarte. Sin duda la asertividad tiene como objetivo llegar a una situación donde todos ganen de algún modo,» explica Yajaira Nucette psicóloga infanto juvenil, especialista en Lego terapia.

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¿Qué pasa cuando no somos asertivas?

«La no asertividad puede ser relacionada con la agresividad pero creo que también está relacionada con el temor de no afirmarme en mi derecho de ser individual y especial,  sino defiendo mi derecho a expresarme, otros quizá puedan violentarme, pisotearme e incluso lleguen a irrespetarme,» añadió Nucette.

En nuestras relaciones el miedo puede ser una variable por la cual no somos asertivos. El miedo a que el otro no nos acepte, nos ame o no nos considere importante. Entonces esto conlleva a que asuma la carga de esconderme para agradar a otros (pasa en la relaciones de amigos, parejas, entre padres e hijos, ámbitos laboral, entre otros escenarios.)

En fin, las personas asertivas dicen Si o dicen No cuando así lo desean y no se sienten mal porque actúan guiadas por sus valores. No sacrifican su ser para recibir aceptación, y por otra parte tienen la competencia de escuchar con respeto la opinión y sentimientos de otros, aunque sean diferentes a los suyos, porque entienden que somos observadores distintos con la posibilidad de un aprendizaje continuo.

Que grato saber que el respeto a si mismo y a los demás es una cualidad de la persona asertiva y se expresa en: lenguaje impecable, buen contacto visual, escucha empática, posición corporal receptiva, encuentros libres de juicios.

La persona asertiva no manipula y difícilmente es manipulada. Buena lección para nuestros hijos.

Tips importantes

  • Confianza en ti misma: conócete y acéptate cómo eres. Las personas no asertivas, con su necesidad de agradar, se sienten obligadas a dar una explicación o una justificación para cada elección que hacen, incluso si la otra persona no se la pidió. Quieren asegurarse de que todo el mundo está de acuerdo con sus opciones, y de este modo lo que están haciendo es pedir permiso para vivir sus propias vidas.
  • Ten conciencia de tu lenguaje corporal: mostrarse seguro depende de tono de voz firme, contacto visual directo, gestos de manos que enfaticen palabras, velocidad del habla pausado.
  • Habla de ti en primera persona: yo creo, yo siento, yo pienso. Los mensajes “Yo” son una manera eficaz de comunicar sentimientos a los demás. Esto te hará confiable.
  • Asume tus decisiones y consecuencias: las personas no asertivas, con su necesidad de agradar, se sienten obligadas a dar una explicación o una justificación para cada elección que hacen, incluso si la otra persona no se la pidió. Quieren asegurarse de que todo el mundo está de acuerdo con sus opciones, y de este modo lo que están haciendo es pedir permiso para vivir sus propias vidas.
  • Acepta las opiniones de otros: evita tomártelo como algo personal. Si alguien está en desacuerdo o desaprueba tu elección, opinión o solicitud, no debes enojarte o ponerte a la defensiva. Es mejor buscar una respuesta constructiva o decidir evitar a esta persona en futuras situaciones.
  • Habla de asertividad a tus hijos: Los niños necesitan saber que sus opiniones son valoradas y que tienen derecho a decir lo que piensan. Siéntate con tu hijo y crea una lista de derechos infantiles, puedes empezar por lo básico; ‘tienes derecho a decir que no’, ‘tienes derecho a enfadarte’, ‘tienes derecho a sentir y a expresar ira’, etc.
  • Sé un modelo de asertividad: habla con tus hijos, comparte, confronta opiniones, acepta las de el, respeta las suyas. Establece un ambiente democrático el cual ellos defenderán el futuro para ellos mismos.

Seamos fieles a nosotras mismas. El resultado de tener conductas asertivas puede llevarnos a conseguir exactamente lo que queremos, dará lugar a que nos sintamos más cerca de controlar nuestra propia vida. Hagámoslo juntas.



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